miércoles, 26 de enero de 2011

La decadencia del cine.


Hoy voy con una teoría mía, propia, y fundamentada únicamente en opiniones personales, así que espero que nadie espere revelaciones o información excesivamente documentada, esto se basa únicamente en lo que deduzco yo de la cantidad ingente de películas que he visto.
De todos es conocido que el cine actual, especialmente en la última década ha bajado el nivel bastante con respecto a épocas anteriores, Hollywood no vive precisamente una época dorada y la mayoría lo achaca a Internet y a la piratería, que al parecer han acabado con las ganas y la creatividad de los realizadores.
Personalmente, la historia de la piratería, sin tratar de justificarla, me parece una excusa, de hecho, la Gran Excusa, algo de hecho prácticamente irrebatible, porque escudados en ella, cualquier artista parece tener razón. No obstante sigue pareciéndome un claro intento de desviar la atención a la vez que no hacen autocrítica. Porque si bien Hollywood está de capa caída, no es la primera vez que ocurre, ha ocurrido varias veces en épocas en las que no había Internet.
Mi teoría se basa en que el cine, como la economía, va teniendo buenos y malos momentos, alternativamente, motivados sobre todo por grandes o importantes acontecimientos, relacionados directa o indirectamente con el cine. Para ello hagamos un repaso rápido a la historia del cine.
Remontémonos al principio de todo, y recordemos que el cine, pues no lo inventaron los americanos, y Hollywood no pasaba de ser una zona de montes a las afueras de Los Ángeles. El cine (y el cinematógrafo, que si bien van relacionados no son lo mismo y no hay que confundirlos) lo inventamos los europeos. Artistas visionarios que encontraron en el invento de los Lumière una nueva forma de expresarse, de posibilidades infinitas, lo cual propició una primera edad de oro del cine, que en pocos años pasó de meros experimentos a verdaderos largometrajes que derrochaban creatividad. Pero los americanos no tardaron en coger el relevo, aunque inicialmente tuvieron un importante lastre, y es que Edison (sí, sí, el famoso inventor) era el propietario de los derechos del cinematógrafo en USA, así que usarlo implicaba tener que pagar un extra que no todos podían pagar. Entonces fue cuando algunos decidieron huir al lugar más alejado de Edison (NY) y fueron a Los Ángeles, junto a la frontera mexicana, con una rápida vía de escape. Nace así Hollywood tal como lo conocemos hoy, como una Meca del cine, y así los americanos empezaron a hacer películas competitivas.
Pero ya llegando a finales de los años 20, las limitaciones del cine mudo eran evidentes, y apareció el sonido, uno de los booms más grandes en cuanto a creatividad (aunque a mi parecer no es el más importante), en 1928 con El Cantor de Jazz. Comienza así una explosión de creatividad que descubrió al mundo nuevos géneros casi imposibles antes, como eran los musicales o el terror. Pero aún el cine estaba algo escaso de medios, que se suplían con mucha creatividad, creatividad que no tardaría en agotarse en apenas 10 años, muestra de ello son por ejemplo las maravillosas películas de terror de Universal Pictures de los años 30, cuyas formulas estaban más que agotadas en los 40, ya a principios.
Pero esta pérdida de creatividad no tardó en encontrar alicientes para ofrecer al mundo nuevos géneros, aunque los motivos tendrían que venir en forma de guerra. El conflicto, de escala mundial y de muchos años de duración ofreció un largo filón de cine bélico. También su terrible finalización, con las bombas atómicas, serían un nuevo aliciente, esta vez para los años 50.
En los años 50, con la aparición de la televisión, los seriales y demás, el cine necesitaba una nueva inyección para no perder fuelle. Nace de esta manera la Serie B. Películas baratas, hechas rápido y mal, con guiones de factoría (algunos de ellos propiciados simplemente por ocurrentes y originales títulos), para ver y olvidar en programas dobles de autocine. La Guerra Fría, el miedo y desconocimiento de la energía nuclear, la Guerra Mundial y los eminentes Westerns junto con la generalización del uso del Technicolor (y la aparición de técnicas alternativas como Metrocolor o Eastmancolor) hicieron de los 50 una autentica edad de oro, destacando producciones de Serie A o Serie B, muchos o pocos medios dejaron películas buenas o malas, indistintamente.
Pero siguiendo la tendencia anterior, en ciclos de 10 años, la formula tenía que agotarse. A falta de ningún aliciente, el cine americano no pudo sino perder terreno, siendo entonces el cine europeo el que destacó durante los 60, cine alemán, francés, italiano, ruso incluso, pero especialmente británico (en manos de la Hammer) fueron los grandes beneficiados del bajón americano.
No obstante, no tardarían en recuperar el terreno, en 1967 se abandonó el Código Hays, sustituido por la clasificación por edades. Este hecho, aparentemente poco importante y ciertamente olvidado, es a mi parecer el principal motivo del boom más importante de la historia del cine, y es que esto significaba que ya no había ningún tipo de traba a la realización de cualquier tipo de película, cualquiera con los medios suficientes (por entonces ya era más fácil que en décadas anteriores) podía dar rienda suelta a su creatividad y rodar lo que quisiera, luego la película, si contenía escenas anteriormente censurables, sería catalogada para públicos más adultos.
Liberada de este importantísimo lastre que llevaba arrastrando desde 1934, la industria americana vivió otra autentica edad de oro (seguida por Europa, que dejo grandes películas, eclipsadas por las americanas), nuevos géneros pudieron ser inventados, y viejos géneros pudieron ser renovados, la violencia, el sexo la sangre y un sinfín de detalles se abrían camino en las películas, creando sensación en el público. Durante los 70 se hicieron muchísimas y muy buenas películas, apareciendo el exploitation como “Serie B”. A finales de los 70 y principios de los 80, la llegada del video (y con ello los videoclubs), las televisiones a color, y las técnicas de efectos especiales por ordenador prolongaron la supremacía americana hasta mediados de los 90.
Es precisamente desde entonces que el cine americano ha estado en decadencia, seguido por una decadencia también evidente del cine europeo, demasiado americanizado hoy día, a costa de imitar las formas de los americanos durante los 80 y los 90. La fuga de cerebros de guionistas desde el cine a la televisión, sabedores de que las series les reportan más beneficios y contratos más largos que las películas es una de las principales causas de que hoy día la principal corriente del cine se base en remakes y continuaciones.
Pero el cine no se está muriendo, es solo el cine que nos venden los grandes estudios lo que está perdiendo nivel de una forma alarmante, no obstante aun hoy podemos encontrar buenos ejemplos de buen cine. Para ello es necesario rebuscar más a fondo, el cine independiente de países con importante tradición, como USA o Inglaterra son buenas opciones, la alternativa, agotado el cine comercial americano y europeo, debe buscarse en países en auge con poca tradición, véase China, Australia, India, países nórdicos y/o centroeuropeos, etc.
Por supuesto, durante todo este tiempo, Japón siguió a lo suyo, viviendo en un universo paralelo, sin verse afectada por los altibajos americanos.

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