jueves, 4 de noviembre de 2010

La Película de la Semana: Cantando Bajo la Lluvia (1952)

Inauguro hoy lo que creo que acabara siendo una sección habitual, que normalmente hare tirando al final de la semana, y que ira sobre alguna de las películas que haya visto durante esa semana (o no), sin necesidad de ser la mejor, tal vez alguna que me haya gustado especialmente (o no), puede que tal vez simplemente la que crea más conveniente. Como mañana me piro hasta el lunes, la semana se acaba hoy, así que la inicio hoy.
La película de esta semana es Cantando Bajo la Lluvia, una de esas películas de la que absolutamente todo el mundo ha oído hablar, de la que cualquiera podría cantar o tararear el famoso tema que da título a la película, y tal vez alguno más, pero que realmente no mucha gente ha visto.
El musical no es uno de mis géneros favoritos, pero dada la cantidad de películas malas que veo habitualmente (de géneros que me interesan más), creo conveniente, y no sin razón, ver de vez en cuando, algunas veces bastante, películas históricas, de esas catalogadas como clásicos, que aunque no sean de géneros que me causen especial interés, pues eso, simplemente son películas que hay que ver.
Superado el escepticismo inicial de ver un musical, como ya me ha pasado alguna otra vez, quedo gratamente sorprendido, más que sorprendido, asombrado. La película es una de esas películas que me gustan especialmente, porque trata del mundo del cine, historia del cine entremezclada con ficción en una época de cambios en Hollywood, a finales de los años 20, en la que el tema principal es la llegada del cine sonoro y la revolución que ello supuso, tal vez la mayor revolución tecnológica en la historia del cine (chúpate esa, Cameron).
La mezcla de historia del cine, comenzando en una etapa muda en la que un par de comediantes de teatro (vodevil, concretamente, cualquiera diría que se escribe así, y no en una forma más “francesa”), que migran a Hollywood para ganarse la vida en el cine, primero como músicos y después como actores, llegando uno de ellos a alcanzar gran fama. Pero la llegada del sonoro pondrá todo patas arriba y no todos podrán adaptarse, concretamente la famosísima compañera de Gene Kelly, que tiene una voz horrorosa, y que deberá ser doblada.
Hasta aquí la película transcurre de forma estupenda, alternando algunos números musicales (como el muy famoso pero no tan asociado a la película “Good Morning”), escenas de rodaje de películas mudas, y todo ello aliñado con bastante humor, que la hace muy entretenida. Más o menos en este momento es cuando aparece el archiconocido número de Singin’ in the Rain.
Pero a partir de aquí la película se desinfla un poco, a raíz de que se decide que los actores empiecen a rodar musicales, que tenían mucho gancho entonces por la llegada del sonido, se empieza a abusar un poco (a mi parecer) de los números musicales, que por suerte se ven intercalados por los momentos cómicos que no pierden fuelle. Por suerte esta parte más floja es breve y deja paso a un final estupendo. Que nadie se espere un final de dejar boquiabierto y pensar en él una semana, esto es un musical, no un thriller, aquí no hay asesino que descubrir ni un giro argumental asombroso, se trata de un final muy bien resuelto, muy bien hecho, acorde a la película y desde luego muy divertido.
Ahorro los datos técnicos de la película, y pongo un par de links, a IMDB y a FilmAffinity.

2 comentarios:

  1. Estoy en parte de acuerdo contigo en que al final se pasan un poco con el tema de las canciones, pero teniendo en cuenta que era el momento y el lugar adecuado para ello, pues se acaba excusando un poco aunque canse.

    ¿Sabias que en realidad, la protagonista de la película, en la realidad no era su voz sino que estaba doblada por una segunda?, exactamente lo mismo que pasa en el film, ocurrió en realidad.
    Ahí lo llevas, aplicándose ellos mismos la lección que van predicando...en fin es lo que tiene hollywood y la metro.

    En fin, como curiosidad te dejo este link, me llamó la atención que la canción ya existiera anteriormente a la película que la haría archiconocida, y una cosita más, a ver si adivinas quien aparece en el vídeo?? ;)

    http://www.youtube.com/watch?v=fUba07FwXSw&feature=related

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  2. Desde luego, Cantando bajo la lluvia es, para mí, la madre de los musicales. ¡Y eso que no la vi hasta que estudié Historia del Cine! Creo que el propio fragmento de Singin' in the rain es uno de mis números musicales preferidos de todos los musicales que he visto (y han sido unos cuantos porque me encanta el género). No es sólo la canción ultra-pegadiza, me encanta cómo está rodado, con ese travelling tan mareante...

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