lunes, 5 de diciembre de 2011

Tridistópico


La palabra tridistópico me la he sacado de la manga uniendo Tríptico y Distópico, que pegaban bastante. Y me viene al pelo para lo que comentaba en la última entrada, ese triángulo de distopías protagonizadas por Chalton Heston en los 70, tres clásicos indiscutibles de la ciencia ficción aunque uno de ellos sea recordado por encima de los otros dos. La más recordada, claro, es El Planeta de los Simios, que no en vano dio origen a una saga y dos remakes. Las otras dos son Soylent Green y The Omega Man, traducidas, respectivamente, como Cuando el Destino nos Alcance y El Ultimo Hombre… Vivo. Debido a lo nefasto de las traducciones al castellano me referiré a ellas por su título original.

El Planeta de los Simios (1968)
Remito al post de Grandes Sagas, para esta película.

Cuando el Destino nos Alcance (1974)
Año 2022, la población mundial, y especialmente en las ciudades, ha alcanzado cotas realmente altas. La sociedad, además se divide en dos clases que viven aisladas, la clase adinerada y los pobres. De tal manera que mientras la gente rica vive a placer (aunque con ciertas carencias), los pobres viven realmente hacinados en cualquier parte, calles, portales, escaleras, todo atiborrado de gente haciendo casi imposible el desplazarse. Para alimentar a toda la población se suministran una serie de alimentos llamados Soylent, en diferentes variedades, Yellow, Red y la nueva variedad, el Soylent Green, compuesto de algas. El policía Thorn, que vive en la zona pobre, se dedica a investigar un crimen en la zona rica, relacionado con la corporación que produce el Soylent, que le llevara a descubrir una terrible verdad.
La película, basada en la novela Make Room! Make Room!, de Harry Harrison, tiene un argumento de lo mejorcito que he visto en cuando a ciencia ficción. La realización, de Richard Fleischer, es realmente buena, una ambientación lograda, con gente por todas partes y un calor sofocante que hace sudar a los protagonistas.
Para el recuerdo quedan varias escenas, la escena de la manifestación, que presta la caratula, en la que la gente es arrestada con una especie de camiones de la basura, o la memorable escena del suicidio asistido.
Película recomendable donde las haya.

El Ultimo Hombre… Vivo (1971)
Basada en el libro Soy Leyenda, de Richard Matheson, se trata de la segunda adaptación (de 3), siendo la primera El Ultimo Hombre Sobre la Tierra, de 1964, para TV y protagonizada por Vincent Price, y la tercera la adaptación homónima de 2007 protagonizada por Will Smith.
Nos cuenta la historia de Neville, el último superviviente en la Tierra de una plaga, consecuencia de una guerra bacteriológica entre China y la URSS, que ha aniquilado a la humanidad, dejando únicamente unos pocos supervivientes, mutantes todos, que permanecen en letargo durante el día y entran en acción durante la noche. Neville, como científico, sobrevive gracias a una vacuna que intentaba sintetizar, y en la que sigue experimentando. En contraposición, los mutantes trataran de acabar con él, noche tras noche.
La película toma ciertas libertades con respecto al libro (libro realmente bueno que no ha sido igualado en ninguna de las tres películas), pero que no obstante deja un producto bastante disfrutable, a la par que mítico hoy día.
En esencia, trata de la contraposición de dos mundos, por una parte el espectador está predispuesto de parte de Neville, por afinidad humana, y repulsión con respecto a los agresivos mutantes. No obstante, los mutantes solo pretenden acabar con Neville por ser el último representante de la raza que los llevó a ser lo que son, convertidos en abominables mutantes, no quieren curarse para volver a ser abominables humanos, sino instaurar un nuevo orden. Dos mundos irreconciliables, enfrentados en una batalla que ninguno puede ganar.
La película es memorable, y cabe destacar su cierta conexión con Regreso al Planeta de los Simios, esa similitud holocausto-mutantes. Si alguna pega cabe ponerle a esta película, además de algunas licencias (no del todo necesarias, que de haber sido más fieles no habrían influido en nada), sean los efectos especiales, especialmente el maquillaje, que dejan bastante que desear.

El papel de Charlton Heston en estas tres películas es prácticamente un calco, y no obstante encaja a la perfección en las tres. Mucho se ha discutido y criticado su vida personal, y su afición a las armas, discutible y criticable es, desde luego, pero yo aquí solo voy a centrarme en su faceta como actor, una faceta que siempre me ha gustado. Porque Charlton Heston, entre sus innumerables papeles, tenía ese de tipo duro para la ciencia ficción, un papel que a mí siempre me ha parecido el precursor de los papeles de Schwarzenegger en los 80, no solo precursor, sino extremadamente parecido.

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