sábado, 29 de octubre de 2011

Monstruos Clásicos: La Momia


Hablaba del Hombre Lobo como caso de monstruo que a pesar de ser un clásico, tuvo que vivir a la sombra de otros más grandes. El de hoy también es un caso curioso, porque a pesar de que es uno de los que en sus inicios le hizo sombra, y de hecho durante 40 años, claramente ha venido a menos en los últimos 30, justo al contrario que los hombres lobo. Tal vez porque la versatilidad de la Momia es limitada, y porque guarda demasiado parecido con los zombies, otros bichos en auge durante los últimos 30 años.
La historia de la Momia en el cine consta de 3 sagas y muy pocas películas sueltas, a diferencia de los otros 3, que tienen todos 2 sagas y abundantes películas sueltas.

Saga Universal
La saga empieza con La Momia (1932) de Karl Freund. La película sienta las bases de lo que serán el 90% de las películas de momias, a saber:
-          Arqueólogos invadiendo una tumba, y casi siempre llevándose una momia.
-          La momia revive y a pesar de sus torpes movimientos, posee una fuerza descomunal y tal vez algún que otro poder que le ayudará a liquidar a quien le plazca.
-          El elemento fémina, SIEMPRE tiene que haber una mujer, que en la mayoría de casos será casualmente idéntica a una amante de la momia en vida.
Sentadas las bases, hay que decir que la película es todo un clásico de terror, sin llegar a la altura de Frankenstein o el Hombre Invisible (ambas de James Whale), yo la situaría a la altura de Drácula. Karloff se quita de encima las críticas que decían que toda su actuación de Frankenstein se basaba en el maquillaje y supera a su principal detractor, Bela Lugosi, en su propio terreno, esa famosa “mirada”. Porque esta mirada es clave en el papel de Karloff, y el papel de Karloff es clave para el funcionamiento de esta película. La Momia además, se llama Imhotep, que recordaremos más adelante.
Hasta 1940 hubo que esperar para La Mano de la Momia, que no era realmente una continuación de la anterior, sino más bien una repetición de formas con respecto a la primera, con algún toque de comedia. Surge así una saga paralela a la de Frankenstein-Drácula-Talbot, con la momia Kharis como protagonista.
La segunda entrega de esta saga se tituló La Tumba de la Momia (1942), dejando claro el derroche de creatividad en cuanto a títulos que ofrecían los guionistas por entonces (y que realmente nunca mejoró). Esta vez la momia Kharis vuelve a Egipto para vengar la profanación de la primera entrega. Claramente la calidad iba en descenso. En esta Kharis es interpretado por el omnipresente Lon Chaney Jr.
Y Lon Chaney repitió papel en la tercera parte, El Espectro de la Momia (1944). Ahora un sacerdote egipcio viaja a USA para reclamar las momias de Kharis y Ananka (el elemento fémina de las 4 entregas). Y más de lo mismo y cada vez peor.
La Maldición de la Momia, también del 44, fue el último y triste coletazo de la saga, nuevamente, al igual que la anterior, una buena parte del metraje son escenas recuperadas de las primeras entregas. Lon Chaney también repitió papel.

Saga Hammer
15 años más tarde, la Hammer saca a la Momia de su sarcófago. La Momia (1959) tenía todos los elementos para triunfar al lado de Frankenstein (1957) y Drácula (1958), como estas, estaba dirigida por Terence Fisher, protagonizada por Peter Cushing y Chirtopher Lee, como siempre Cushing era el bueno y Lee era el malo, una ambientación estupenda, y un guión… bueno, el guion se ciñe a las bases, pero está muy bien llevado.
Con esta combinación de elementos era de esperar que las continuaciones surgieran como champiñones, y así fue. El problema es que las otras 2 sagas se las repartieron entre Lee y Cushing, quedando cada uno como protagonista de una, y así no quedo ninguno como protagonista de la Momia. Por tanto en La Maldición de la Momia (1964) no tenemos apenas ningún elemento que la haga especialmente atractiva frente a su primera parte. Una momia nueva, que hace lo mismo, matar gente.
La tercera entrega, El Sudario de la Momia (1967), tuvo la audacia de renovarse en cierto sentido, aunque muy poco, pero al menos se atisba una intención de innovar. El elemento sorpresa de esta película es el mencionado sudario, una prenda perteneciente a la Momia y que confiere el poder de manejar al monstruo a quien lo posea.
Y llega la cuarta, última, y seguramente más extraña entrega de la saga de La Momia en la Hammer. Sangre en la Tumba de la Momia (1971) sigue la línea de las sagas de Frankenstein y Drácula durante los 70, es decir, combinar sangre y mujeres enseñando carne. El argumento importa poco, y al final es lo de siempre, solo que esta vez no hay Momia, no hay monstruo, porque la “momificada” es una mujer (el elemento fémina), así que se recurre a un ente sobrenatural para matar a la gente. Esta película ciertamente mejora con respecto a las anteriores, especialmente por una audaz dirección que le da un aire enfermizo necesario en muchas escenas, haciéndola más interesante por las formas que por el fondo.

Saga Universal (2)
Finalmente, la Universal recuperó los derechos del monstruo y se sacó de la manga otra saga, la que todos conocemos hoy día, protagonizada por Brendan Fraser y Racher Weisz. La primera entrega cogía el nombre de la primera Momia de Universal, Imhotep; aunque argumentalmente prácticamente copiaba las formas de la segunda película, la de la Mano de la Momia. Mezcla de comedia y aventuras, la primera y segunda entrega funcionaron bastante bien en pantalla. Aunque he de decir que la tercera era un auténtico cagarro, así como los 2 spin off sobre el Rey Escorpión.

Como películas sueltas, además de alguna esporádica que ha surgido en los últimos años a la sombra de esta última saga, como La Máscara del Faraón o Adele y el Misterio de la Momia; si caso lo más reseñable, como comparación con el post anterior sea La Venganza de la Momia (1973), uno de los pocos ejemplos de momias en el boom de monstruos de principios de los 70. Como era española, Paul Naschy era el encargado de interpretar al momificado. La película intenta copiar a la Hammer, pero es una serie B española, claramente un subproducto.

viernes, 28 de octubre de 2011

Monstruos Clásicos: El Hombre Lobo


Bueno, ya que en la última entraba hablaba de la saga de Waldemar Daninsky, aprovecho para colar una entrada referente al Hombre Lobo, que tal vez vaya seguida por otras de La Momia, Drácula y Frankenstein.
La licantropía es un recurrente en el cine de terror, especialmente desde los 80, y al igual que otros muchos géneros, da el salto de la literatura al cine allá por los años 30. Lo primero que hay que indicar, es que dada lo extensa que es la filmografía de hombres lobo, la entrada de hoy va a ir dedicada a la tradición clásica de estos monstruos, sus orígenes literarios, el salto al cine con la Universal, y la herencia del monstruo seguida por otros estudios hasta los 80. Quedaran en el camino todo lo hecho después, desde que se liberalizara el género, así que no hablaré de clásicos como De Pelo en Pecho (Teen Wolf, 1985) o Aullidos; o más recientes como Crepúsculo o Underworld. La verdad es que el personaje en si no me interesa tanto, soy más de Frankenstein, y las apariciones de hombres lobo en películas son tantas que resulta absurdo citar todas.
Al igual que Drácula, y tantas otras cosas, los hombres lobo tienen su origen en el folklore centroeuropeo, de tradición medieval. Como curiosidad se puede citar el mito francés de los Loup-Garou, retratado por Dumas en su novela de terror Capitán de Lobos.
La Universal, a principios de los 30, para acompañar a Frankenstein, Drácula y La Momia, se saca de la manga al Hombre Lobo, con la película El Lobo Humano (1935), conocida también como El Hombre Lobo de Londres (Werewolf of London). En ella, un científico que forma parte de una expedición al Himalaya, se contagia de licantropía, así que al volver a Londres se transformará en lobo en las noches de luna llena y comenzará a matar sin control.
La película vio una continuación en La Loba Humana, She-Wolf of London, en 1946, cuando ya existía el otro Hombre Lobo de la Universal, que sería más famoso. Esta película es, como ocurre a menudo, una repetición de formas. Una descendiente del científico de la primera entrega se verá envuelta en unos misteriosos asesinatos que parecen haber sido cometidos por otro hombre lobo. La película tampoco tiene mucho interés más allá de lo que representa, una película clásica de monstruos de Universal.
Pero volviendo a ese “otro” Hombre Lobo, en 1941 aparece la película El Hombre Lobo, la que seguramente debería haber surgido a principios de los 30, porque habría tenido mucho más éxito. Las razones son evidentes, y es que en ella se dan cita elementos del resto de sagas, contando con la aparición de Bela Lugosi, y siendo Lon Chaney Jr. el Hombre Lobo. Cuenta la historia de Larry Talbot, un noble inglés que mientras asiste a un espectáculo en el campamento de unos zíngaros es atacado por un hombre lobo, quedando contagiado. A partir de entonces, como cualquier hombre lobo, se transformara con la luna llena y matara sin control, siendo consciente de ello y por tanto, muy desdichado por ese hecho.
Si la Universal hubiera sacado esta película en los 30, estoy seguro de que habría sido seguida de otras 3 o 4, al igual que las sagas de Drácula, Frankenstein y La Momia. Al estrenarse en 1941, en un pis pas pasó a integrarse en el hilo común que reunió a los monstruos en los años 40, últimos coletazos bastante pobres del terror de la Universal. Así, la segunda aparición de Larry Talbot es en Frankenstein conoce al Hombre Lobo (1943), una película batiburrillo de monstruos que sería seguida por otras 2, La Mansión de Frankenstein (1944) y La Mansión de Frankenstein (1945). En estas tres películas la historia es bastante similar, Larry Talbot, siempre interpretado por Lon Chaney Jr. es un desdichado que vive escondiéndose de todo el mundo mientras busca una cura para su enfermedad, en su camino recurrirá a todo tipo de Mad Doctors, los cuales abundan allá por donde va, encontrándose ocasionalmente con el Monstruo de Frankenstein y Drácula. Las historias, como digo, son el típico batiburrillo de monstruos, no demasiado interesantes para la mayoría de la gente, pero que tendrán sus incondicionales entre los amantes del género.
En los 50, el paquete de monstruos salta el Atlántico y cae en manos de la Hammer, que haría las delicias del público con las sagas de Drácula y Frankenstein, y algunas películas de La Momia. No obstante el gran perjudicado fue el Hombre Lobo, y es que la película de 1961, La Maldición del Hombre Lobo, a pesar de estar dirigida por Terence Fisher, y mantener un ambiente gótico similar a las otras sagas, no resulta muy interesante. Tal vez porque la historia no resulta muy interesante y es totalmente diferente a las 2 alternativas de la Universal. Aunque supongo que realmente el principal fallo está en el reparto, primer papel protagonista de Oliver Reed, que por su parte no está mal, pero el desacierto no es ese, sino prescindir de la pareja Christopher Lee - Peter Cushing, que eran el alma de las otras sagas, y principal motivo de éxito de estas.
Ya a finales de los 60 y principios de los 70, los monstruos empiezan a aparecer en todo tipo de películas de serie B, la mayoría bastante cutres. Y a partir de entonces, en los 80 especialmente, empiezan a surgir muchas películas que incorporan hombres lobo en su argumento, llegando hasta nuestros días, y siendo ya un elemento clásico de las historias fantásticas, especialmente las que involucran a vampiros, siendo 2 razas enfrentadas. Aquí es donde se hilvana con el post anterior, y la llegada del Hombre Lobo a España, con la saga de Waldemar Daninsky, última heredera de las clásicas sagas de monstruos.
Finalmente, llegando al 2010, la propia Universal (con un logo de apertura traído de los 40) hace un remake de su película de 1941, protagonizada por Benicio del Toro (o del Lobo, chiste malo), Anthony Hopkins y Geraldine Chaplin. El remake es bastante digno, dado que la original tampoco es que fuese una gran película. Mantiene la misma historia y le incorpora unos efectos especiales bastante buenos, aunque el final abierto la estropea un poco. Desde luego, a pesar de ser un remake bastante convincente, su recuerdo no irá mucho más allá.

martes, 25 de octubre de 2011

(No) Grandes Sagas, de ayer y hoy: Waldemar Daninsky

Apenas he acabado de engancharme las 10 películas de esta saga, y el aburrimiento ya me está trayendo por aquí, a escribir sobre el tema. La saga de hoy no es una gran saga, apenas es conocida para nadie, aunque el personaje sí que lo sea, y dadas las circunstancias, tal vez así quede como reseña para algún curioso que quiera saber algo al respecto pero no tenga ganas de verse las 10 películas, algo, desde luego, nada recomendable.
En la historia del cine tenemos 4 monstruos clásicos (acompañados por muchos otros cuyas filmografías no son tan extensas), que saltaron de la literatura al cine allá por los años 30 de la mano de la Universal. Estos monstruos son Drácula, Frankenstein (el monstruo, otro día explico lo de llamar al bicho con el nombre del hacedor), la Momia y el Hombre Lobo. Tras hacer un montón de películas, cruzando todos los personajes entre sí, la calidad cayó tanto que los monstruos cayeron en el olvido por casi 10 años. Pero la Universal vendió sus derechos a la por entonces emergente Hammer, y los monstruos llegaron a Europa. Nuevamente largas sagas al respecto, que se centraron particularmente en Dracula y Frankenstein (Doctor) y en menor medida en la Momia; para el Hombre Lobo solo dejaron una película. Llegados los 70, la Hammer también se desprende de los derechos y a principios de los 70 surgen, como en la explosión de una cloaca inmunda, un sinfín de películas de bajo (o bajísimo) presupuesto, siendo los más damnificados Dracula y Frankenstein (monstruo), por ser los que más tirón tenían. La momia apenas aparece en escena, pero sí el Hombre Lobo, que entra en alguna mezcla de monstruos. No obstante, pese al ostracismo que sufrió durante 30 años, el Hombre Lobo llegó a España, precisamente.
Aquí empieza la historia de Waldemar Daninsky, interpretado siempre por el eterno Paul Naschy, en una saga de 10 (11) películas. La saga tiene de conexo y coherente más o menos lo mismo que tenían todas las sagas de monstruos que la preceden, tanto de Universal como de Hammer, aunque tal vez lo más elogiable al respecto sea alguna que otra referencia o similitud con las pioneras, El Hombre Lobo de Londres (1935) y El Hombre Lobo (1941) ambas de Universal.
Hay que señalar, otra vez, que la calidad global de la saga es bastante baja, todo películas de serie B dignas de aparecer hoy día en 8 Madrid, que apenas merecen ser vistas. No obstante si hubiera algún curioso, alguna de ellas se deja ver y no es muy larga.

Las Noches del Hombre Lobo (1968).
Dirigida por René Govar, esta primera película del Hombre Lobo se perdió cuando el propio director murió en un accidente de tráfico llevando la única copia. Por tanto, como reseña ahí queda el título, pero la saga son las siguientes 10.

La Marca del Hombre Lobo (1968).
Empieza pues la saga, también en el 68, con esta película que relata la desgraciada vida de un hombre que se contagió de licantropía en una expedición al Himalaya, al igual que el mencionado Hombre Lobo de Londres. En las noches de luna llena se transforma en lobo y va matando gente de forma descontrolada, lo que le hace muy desdichado, etc. Vamos, la historia de siempre, la historia de Larry Talbot con el origen del Lobo de Londres.
La película en si es bastante mala, convencional y con una calidad de imagen realmente mala. Calidad y efectos acordes a un presupuesto bastante bajo, lo normal en la época para una película de estas características que además era española. Tal vez lo curioso es que ya de entrada se apueste por la mezcla de personajes, apareciendo Drácula.

La Noche de Walpurgis (1971).
La segunda entrega de la saga está dirigida por el mítico director Leon Klimovsky, que además dirigiría la cuarta. Como ocurriera en algunas de la Universal, se recurre a resucitar al monstruo para continuar sus andanzas en lo que es más bien una repetición de formas de la primera película. Nuevamente, barata y bastante floja.
La noche de Walpurgis es la noche del 30 de Abril al 1 de Mayo, La Noche de Las Brujas en la tradición centroeuropea.

La Furia del Hombre Lobo (1972).
Para la tercera entrega tenemos una mezcolanza bastante curiosa, aunque la calidad es realmente pobre, y no merece la pena verla, para rarunos como yo resulta curioso ver un sucedáneo de Naziploitation, encubierto en la historia del Hombre Lobo. Tal vez España no estaba preparada para el Naziploitation, pero el argumento tiene una siniestra doctora y su prole de ayudantes, que planean hacer experimentos con Waldemar Daninsky. Comparando con las otras, mejora un poco, y es más curiosa de ver, pero sigue en cotas bastante bajas.

Dr. Jeckyll y el Hombre Lobo (1972).
En el mismo año 72 tenemos otra entrega más, en la que el título lo dice todo. La mezcla de monstruos es ya descarada. Un descendiente del Dr. Jeckyll, que curiosamente también es doctor, trata a Waldemar para intentar curarlo, pero oh!, sorpresa! Se acaba transformando en Mr. Hyde, y también en Lobo y la verdad es que solo falta un Jeckylobo para acabar de rizar el rizo con el monstruo total.
No obstante, resulta paradójico que en lo más esperpéntico de la saga, la cosa mejore, y seguramente ésta sea la mejor película de todas. O sea, que esta sí, esta se deja ver, si alguien quisiera ver sólo una, por curiosidad, claramente la elección es esta.

El Retorno de Walpurgis (1973).
Con un título que recuerda a la segunda entrega, esta quinta película se salta por el forro todo lo hecho anteriormente, y sin ningún tipo de continuidad nos trae una historia alternativa sobre la maldición de Waldemar. Recordemos que la historia de Waldemar es que se había contagiado en el Tíbet, como el Lobo de Londres. No obstante, en esta película se nos cuenta como por una maldición relacionada con los Bathory, Waldemar Daninski acaba convirtiéndose en Hombre Lobo por una banda de gitanos ambulantes, entre los que curiosamente hay uno llamado Bela (para los que desconocen, esta es la historia de Larry Talbot).
Independientemente de coherencia y continuidad, esta película es bastante decente, con una ambientación más de finales del XIX que de los años 70 como las anteriores. Recomendable alternativa, para curiosos, a la entrega anterior, tal vez más coherente si se la considera ella sola.

La Maldición de la Bestia (1975).
Esta sexta entrega se salta la anterior, y en lo que parece un intento de corregir ese desliz de continuidad, nos cuenta, precisamente la historia del contagio, esa historia nunca contada, la propia expedición al Himalaya.
La verdad es que la película no empieza mal, esta entretenida hasta que la cosa se vuelve confusa, una siniestra mujer con poderes de hechicera que tiene sometido a un grupo de bandidos que más bien parecen mongoles del siglo XVI (o por ahí). Además de tenerlos dominados, para sus oscuras ceremonias tiene atrapadas a un buen número de mozas. Las actuaciones malas y lo estúpido del argumento, propio de exploitation (jailxploitation concretamente), hacen que la película sea bastante mala.

El Retorno del Hombre Lobo (1980).
Parecía que la saga estaba muerta, pero 5 años más tarde el propio Paul Naschy resucita a su personaje estrella y con un título elocuente, el Hombre Lobo regresa. Nuevamente entra en escena el tema de los Bathory para traer a colación la maldición, pero la película es realmente mala y para captar la atención se recurre al habitual “destape” de aquellos años.
Una pena, un regreso bastante pobre.

La Bestia y la Espada Mágica (1983).
Pero no contento con un pobre regreso, Paul Naschy tenía que lucirse en una auténtica macedonia de géneros, para dar a luz a una película que parece vomitada por un videoclub de Serie B (quiero decir, que si un videoclub de Serie B vomitase, y se recogiesen los tropezones, el resultado sería esto).
Pero vayamos por partes. Resulta que Waldemar, aunque se llame igual, es otro Waldemar, no el de las anteriores, este vive en una época medieval. Maldito por una bruja, emigra nada menos que a Japón para ser curado por un sabio. Una vez en Japón tenemos de todo, samuráis, ninjas, hechiceras que parecen sacadas de una película de Kung Fu de los Shaw Brothers (una película de chinos, coño), un tigre!, y como no, un montón de tetas. El resultado, una película de casi 2 horas realmente dura de ver, por lo mala que es.

Licántropo, el Asesino de la Luna Llena (1996).
Claramente la última película fue un batacazo que dinamitó por completo la saga. 13 años transcurrieron para ver la nueva entrega, que es totalmente independiente de las anteriores, y aunque conserva al personaje, realmente no guarda continuidad de saga.
Waldemar Daninsky es un hombre moderno, de los 90 digo, descendiente de zíngaros que sobrevivieron a los nazis. Pero la maldición actúa y Waldemar empieza a matar.
En resumen, tenemos un thriller normal y corriente con el elemento Hombre Lobo, muy de videoclub de los 90 y sin nada particular que ofrecer que tal vez la última (meritoria) interpretación de Waldemar Daninsky por parte de Paul Naschy, bastante envejecido.

The Tomb of the Werewolf (2004).
Curiosamente la última película de la saga es una película americana que nunca llego a España. No puede considerarse realmente una película de la saga, porque la propia película en si tampoco puede considerarse una película de hombres lobo. Se trata de un sexploitation que roza el porno, que sin escenas explícitas inserta ocasionalmente y con bastante frecuencia escenas eróticas con música de película porno. Para completar el resto del metraje tenemos una serie de escenas sobre Waldemar Daninsky, que es resucitado. Esta es la última interpretación que haría Paul Naschy de su personaje más emblemático, una pena.

Como película ajena a la saga, pero con cierta relación, tenemos Los Monstruos del Terror (1970), una película que mezcla todos los monstruos posibles, Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, alienígenas, etc. En esta, el Hombre Lobo también está interpretado por Naschy, aunque no se cite el nombre de Waldemar y sea un simple monstruo más, siempre transformado como Lobo.

En definitiva, tenemos una saga que no pasará a la historia por la calidad de sus películas, sino más bien por el hecho de haber conseguido hacer una saga de 10 películas de un personaje creado casi en su totalidad en España, aunque basado en otros personajes anteriores.

domingo, 16 de octubre de 2011

Trolljegeren


Últimamente el cine americano lo tengo algo apartado, es posible que siga siendo mayoría en lo que veo habitualmente, pero… bueno, que veo más cosas de otros países. Haría un repaso de las cosas que he visto, pero la mayoría ha sido cine español y apenas se salvan unas pocas, y también bastante cine japonés, estas suelen ser buenas, igual otro día les dedico un post.
Pero sin duda la sorpresa del mes ha sido Trolljegeren, de Noruega. Un falso documental sobre trolls en las zonas remotas del norte de Noruega. Así a priori, me esperaba que la película fuese una simpleza de Serie B, con efectos digitales de esos baratos que hay ahora en las películas cutres para TV. Peeero, error, los noruegos tiran la casa por la ventana.
Lo primero que viene a la cabeza al pensar en trolls es, bueno, con la de trolls que hemos visto en tantas películas, a qué tipo de trolls se refieren en esta. Pues bien, son unas bestias, de instintos animales y con una inteligencia realmente pésima, de entre 4 y 10 metros de alto, que lo único que hacen es comer y destrozar. Estos trolls viven en reservas, a modo de indios americanos; reservas que están cercadas con cables de alto voltaje para mantenerlos dentro. Por medio de señales y vallas se mantiene a los curiosos alejados de estos lugares de manera que no se topen con los trolles. Mientras tanto, un extraño tipo, en colaboración con un par de especialistas (cazadores de osos, una veterinaria y un burócrata) se encarga de mantener las cosas en orden, y cazar a los trolls cuando estos crean problemas. Como he dicho antes, es un falso documental, así que los protagonistas son un grupo de jóvenes que graban el documental mientras van siguiendo al tipo.
Como pequeña pega, esos detalles sensacionalistas de conspiraciones del gobierno y de hacer lo de que las cintas fueron encontradas y a partir de ellas se montó el documental, sin que se sepa nada de los que lo grabaron, bueno, esas escenas están un poco de más, y además, nadie va a creérselas, muy lejos quedan los tiempos de Holocausto Caníbal.
Por lo demás, cojonuda.

Por cierto, por si a alguien le diera por buscarla, lo de ser guays y verla en VO aquí tiene su tema, que es en noruego, no en inglés, así que igual compensa más bajarla en castellano, que la titularon Proyecto Troll Hunter (título pésimo como el que más).